Leo hizo un grupo de WhatsApp con las personas a las que podía haber infectado con hongos. Llevaba unos días con algunas molestias en la parte que tiene entre las piernas. Concretamente, desde el domingo. Pero no era como siempre, era una molestia extraña que bien podía haber sido por una noche loca, o por muchas. Preocupada y atacada por su inseparable hipocondría, acudió a su doctora para explicarle los síntomas que sufría y hongos. Leo tenía hongos. Cándidas que también se llaman.

Leo, que antes, y digo antes, era muy considerada con sus semejantes y entendió que debía avisar a todas las personas que podían estar infectadas, creó un grupo de WhatsApp, qué bien y qué práctica la vida moderna, y Leo, que es de traca. En ese grupo había un total de cinco personas. Cinco.

En ese grupo, cuyo nombre era "tengo setitas" y cuya foto principal era una de David, el Gnomo (nunca entenderé por qué) estaba el novio de su mejor amiga, con el que había tenido una noche loca, así, de manera espontánea. Su mejor amiga, porque si él podía estar infectado, ella también. Su mejor amigo, que abandonó el grupo nada más entrar porque "con lo que tú y yo hemos hecho no he podido coger nada", "ya, pero sabía que te haría mucha gracia estar en este grupo". Además estaba el chico al que se tiraba y que, por hongos o por cualquier cosa, no es que hiciera mucho caso a Leo que digamos. Y su ex. En el grupo Leo metió a su ex porque aunque solo hacía quince días que lo habían dejado, no sabía ni de dónde ni cuándo había podido coger esa cosa.

Limpios. Todos limpios. Menos Leo, que cogería hongos en cualquier piscina en cualquier momento por dejarse el bañador demasiado tiempo. O por andar descalza, le dijeron. 

No hay comentarios: